Completamente solo ante el resto de partidos, Sánchez niega que haya habido un giro. Dice que es tan solo un paso más en un asunto enquistado que dura ya 46 años y que hay que desencallar. Pero al otro lado, críticas a derecha e izquierda. Unos le acusan de actuar al dictado, otros de abandonar al Sáhara o ceder al chantaje. En su réplica Sánchez tampoco ha mencionado el apoyo de la administración Biden que defiende la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. El secretario de Estado norteamericano ayer estuvo en Rabat, y hoy en Argelia, donde se abre ahora una nueva crisis diplomática.