Arranca la votación con nervios. Un diputado popular agarra del brazo a García Egea, echa hacia atrás su silla y ambos dirigen la mirada a los escaños de los diputados de UPN. El PP ya conocía que esos diputados iban a votar no a la reforma. El PSOE lanza una grave acusación. "Aquí lo que ha habido es un caso de transfugismo político, de compra de voluntades por el Partido Popular", ha dicho. Los dos diputados navarros votaron en contra de la orden de su partido y sin advertirlo."Lo que queriamos era no desvelar el voto antes de la votación porque precisamente queríamos ver el mapa de lo que pasaba", aclara el diputado Sayas. Es decir, querían evitar que el PSOE tuviera margen para salvar la votación. El presidente de UPN, que pactó el sí con el PSOE, se siente traicionado. "Nos han mentido, al partido y a la sociedad", asegura, y siembra la duda al calificar los hechos de "jugada rara". En plena confusión Sánchez pedía calma, pero lo ocurrido muestra que no hay alternativa a sus socios tradicionales. Pablo Iglesias se lo recuerda al Gobierno y a Yolanda Díaz."la geografía variable es una trampa. Podía haber sido un golpe durísimo a Yolanda", ha escrito en Twitter. También Bildu insiste en que "el bloque de investidura se tiene que rehacer". Esquerra también se ofrece. Aunque votaron en contra del Gobierno, ni los diputados de ERC ni los del PNV aplaudieron la momentánea derogación de la reforma.