Beatriz, la madre de Anna y Olivia, ha escrito una emotiva carta de agradecimiento a todos los que la han acompañado en la angustia y el dolor. La muerte de las niñas, no ha sido en vano, asegura: “Gracias a ellas se conoce el significado de la violencia vicaria”. También se dirige al padre y presunto asesino de sus hijas Anna y Olivia. "Lo que daría yo por peinarles el pelo, ese simple acto ahora mismo es lo que más desearía", dice. “Ojalá yo hubiera estado en ese momento junto a ellas de la mano y morir juntas, pero eso no pudo ser porque Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida”. Se sincera cuando afirma que cuando le dieron la noticia “se me vino el mundo encima y por muy duro que sea, por lo menos, ahora puedo llorar su pérdida”. Y se despide con un deseo: "Espero que las leyes se pongan más duras protegiendo a los niños” y con esta carta, llena de un dolor inmensos y gratitud infinita.