400 invitados, 18 de ellos, familiares del nuevo alcalde, cabezudos, Dolçainérs i Tabaletérs. Dentro, el salón de plenos engalanado, y pantallas gigantes para los que no pueden ver. Una toma de posesión a lo grande. El nuevo alcalde, Miguel Valor, habla de devolver la confianza a los alicantinos. Empezando por semejante despliegue de medios para una legislatura de apenas cinco meses. El hasta ahora concejal de Cultura sustituye a la imputada por corrupción Sonia Castedo, hoy ausente.Allí estaban el presidente de la Generalitat valenciana Alberto Fabra, dos exalcaldes y la corporación municipal al completo.