La ayuda de 400 euros es vital para las 200.000 parados de larga duración que los perciben actualmente. Hay desempleados que salen adelante con esa ayuda y el apoyo de su familia, como Jéssica, que lleva un año en paro y tiene un bebé de dos meses. Vive en casa de su abuela y con la ayuda paga las facturas. A lo largo del año, medio millón de familias han cobrado este subsidio y la partida presupuestaria se ha quedado corta, por lo que algunos parados la están cobrando con retraso.