La ola de calor se extiende por todo el Mediterráneo. En Sicilia, en Italia, un anticiclón al que han bautizado como Lucifer, ha hecho que los termómetros alcancen los casi 49 grados. Un calor que no hace más que alimentar los incendios que abrasan la zona. Una lucha contra el fuego que siguen combatiendo en Argelia, Turquía o Túnez. Aldeanos argelinos luchan desesperadamente contra el fuego que ha terminado con la vida de 69 personas. Equipados solo con mangueras y ramas, siguen las instrucciones de los bomberos. Apagar las llamas parece misión imposible. El fuego tampoco da tregua en el sur de Italia. Preocupados, los residentes no dejan de mirar al cielo, teñido de un rojo intenso. Todo, con temperaturas nunca vistas en Europa: 48'8 grados. Una ola de calor en que también sofoca a Túnez. Ahí, han llegado a los 49 grados. Camiones de bomberos se apresuran en las carreteras mientras las llamas arrasan el oeste del país. Más cerca de controlar la situación está Turquía, donde después de dos semanas de una lucha titánica, solo queda un foco activo.