Se escuchan los primeros disparos. Un dispositivo policial con coches blindados y con la ayuda de helicópteros trata de dar caza a una banda de narcotraficantes en una favela al norte de Río de Janeiro. Los sospechosos tratan de huir saltando de un tejado a otro pero no todos tienen la misma suerte. La redada se salda con 25 fallecidos, entre ellos un agente muerto por un disparo en la cabeza. Un fuego cruzado que llega hasta un vagón de metro donde dos personas resultan heridas. En el operativo, la policía ha llevado a cabo varios registros en viviendas y ha incautado 6 rifles de asalto, 15 pistolas, una ametralladora y 14 granadas. Diez personas, presuntos integrantes de la banda, han sido detenidas. El observatorio de derechos humanos investiga ahora posibles abusos policiales llevados a cabo en esta masacre, la segunda más mortífera ocurrida en Río de Janeiro desde 2005.