El pánico se apodera de los manifestantes en una autopista de Minneapolis cortada al tráfico. Un camión cisterna intenta arrollarles sin éxito. Decenas de personas le tiran piedras y consiguen rodearle. Se suben a la cabina y arremeten contra el conductor que finalmente ha sido detenido. Los disturbios se extienden por todo el territorio. En Boston cargan su ira contra los coches de policía. Mismo objetivo en Los Ángeles, donde la emprenden a patadas y a golpes contra un coche patrulla. Los escaparates se blindan en Rodeo Drive, las firmas de lujo se han convertido en el blanco de los ataques.Las protestas, un día más, llegan hasta la Casa Blanca, donde los agentes cargan contra todo aquel que sobrepase las vallas.