Por si no tenían suficiente los civiles en Siria, ahora además deben soportar el salvajismo del Estado Islámico. Los yihadistas han entrado en un barrio palestino de Siria que alberga a miles de refugiados. Aquí han sufrido como nadie la guerra. Ha habido decenas de muertos por los combates, el hambre y las enfermedades y ahora les toca vivir a las órdenes de unos terroristas que aplican su estricta versión del Islám y sus castigos. Y todo ocurre, a las puertas de Damasco.