Imagínese asistir a una clase de gestión del pánico, y que aparezca como profesor invitado, el capitán del Costa Concordia. Precisamente él, el comandante Schettino, que fue el primero en abandonar el crucero cuando se estaba hundiendo. Un accidente en el que murieron 32 personas. Y ante la sorpresa de muchos, ha impartido en una universidad de Roma, una clase sobre cómo afrontar situaciones críticas. Sorprendente para muchos, incluso para la ministra de educación italiana, que ha calificado su participación como desconcertante. Una polémica que en Italia ha causado indignación.