El plan del ministro de Seguridad Social para reformar las pensiones, pone el foco en las prejubilaciones. "El sistema tiene que mejorar en una doble dirección: creando un sistema de penalizaciones decrecientes y después incentivar la permanencia en el empleo", ha explicado en el Congreso. Se pretende premiar la llamada jubilación demorada. Así, retrasar, aunque sea solo unos meses, la edad efectiva de retiro -que ahora está en los 64 años y medio-, e intentar que se acerque a la legal -66 años-, estará 'premiado' con un cheque de hasta doce mil euros por cada año de retraso. Un modelo que contempla también el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y que no propone elevar la edad de jubilación. Aún no cuenta con el beneplácito de los agentes sociales ni del Parlamento. El ministro asegura que el acuerdo está cerca.