Muy sola se ha quedado la Cibeles. Porque el Real Madrid es campeón la Liga, pero este año toca celebrarlo desde la barrera. Saludan a la diosa desde los coches en una plaza vacía que ha quedado inmortalizada por la afición. Un fuerte dispositivo policial garantiza la seguridad. Allí sí se han cumplido las normas, pero en Valdebebas decenas de madridistas se han concentrado para esperar a los jugadores. Y eso que el club había hecho un llamamiento a la precaución. Ha sido una celebración atipica y contenida, pero eso no ha empañado el buen sabor de la victoria.