Hace 10 años dijo adiós a los escenarios después de una carrera que muchos quisieran. 54 años dándolo todo, con una vitalidad arrolladora. El tiempo no agotaba su desgarradora voz. Demostró que el apodo de Leona iba bien con ella Soportó maltrato y demasiado de quien la aupó al escenario. Un marido Ike Turner al que consiguió apartar, sacando las uñas. Emuló el grito del rey de la selva y dejó que sus intimidades, y todo lo que sufrió en casa, se aireara en la gran pantalla. Vivía apartada de todo en Suiza. De vez de cuando se dejaba ver para apoyar el musical que llevaba su vida y lo mejor de su música al escenario. A los 83 años, se va simplemente la mejor.