Miden metro ochenta, son hombres y se asoman al balcón, no son balcones cualquiera, están justo enfrente de una de las entradas a La Catedral de Santiago. Aunque a simple vista no hay nada de raro en ver obras de arte expuestas al exterior, estas esculturas están siendo las protagonistas estos días en la capital gallega y es que dejan a la vista de todos sus partes más intimas. Son tan realistas que hasta El Cabildo ha presentado una queja formal para que se retiren de este emplazamiento, pero a los vecinos parece no molestarles, hay quien afirma que es arte y que seguro que hay imágenes en las catedrales que lucen como estas. Lo cierto es que arte o no, estas obras ya se han convertido en otro atractivo para la ciudad, su fama ha hecho que muchos se acerquen para verlas, fotografiarlas y opinar.