El fabricante surcoreano de móviles Samsung ha comenzado a enviar a los compradores del Galaxy Note 7 en Estados Unidos un kit de devolución del aparato que incluye una caja ignífuga para evitar los problemas con las baterías explosivas que han obligado a detener la producción del dispositivo.

Según informaron los medios estadounidenses, servicios de paquetería como UPS, Fedex y el Servicio Postal están examinando la idoneidad de transportar los teléfonos, cuyas baterías se pueden recalentar y explotar, lo que eleva el riesgo de fuego intencionado.

Samsung incluye en su kit de devolución guantes, varias capas de protección -incluido un recubrimiento de cerámica para evitar propagación de fuego- y una advertencia para que el paquete no se transporte por vía aérea por los riesgo que entraña.

El Departamento de Transporte estadounidense prohíbe el transporte de baterías de litio defectuosas por vía aérea, mientras que las empresas de transporte vigilarán de manera especial las devoluciones del Galaxy Note 7.

Fedex ha asegurado que aceptará las devoluciones, pero solo desde establecimientos de distribuidores y únicamente con empaquetados estrictamente regulados y aislados termalmente.

Samsung anunció en septiembre pasado la revisión de 2,5 millones de teléfonos Galaxy Note último modelo por baterías defectuosas y aplicó una actualización de software.

Sin embargo, los modelos reparados comenzaron de nuevo a sufrir sobrecalentamiento de las baterías, por lo que el martes decidió detener la producción de un teléfono que llevaba solo dos meses en el mercado.