El consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha renunciado a cobrar un dividendo especial que la empresa ofrece a todos los empleados y ejecutivos que tengan acciones restringidas, una decisión por la que dejará de cobrar unos 75 millones de dólares en los próximos diez años.

Así lo comunicó este viernes Apple a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) en un documento en el que detalla que Cook renuncia a recibir un dividendo trimestral de 2,65 dólares por cada unidad correspondiente a sus 1,12 millones de acciones restringidas incluidas en su paquete salarial.

El máximo ejecutivo de Apple negoció antes de ocupar el cargo de Steve Jobs tras su muerte el verano pasado, una bonificación de poco más un millón de acciones restringidas (que están condicionados a su permanencia en la empresa al menos una década), valoradas en más de 375 millones de dólares.

El gigante de Cupertino (California) anunció a mediados de marzo un plan para repartir dividendos entre sus accionistas en el último trimestre de 2012, que empezará a distribuir a partir del 1 de julio a razón de 2,65 dólares por título, y para recompra de acciones a lo largo de tres años por 45.000 millones de dólares.

Apple, que se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo, detalló entonces que autorizó el reparto de dividendos tras las discusiones internas de la cúpula directiva de la empresa fundada por Jobs sobre cómo proceder con los 97.600 millones de dólares en saldo en efectivo y en valores negociables que tiene.

Con 378 millones de dólares, Tim Cook se convirtió el año pasado en el consejero delegado mejor pagado de Estados Unidos, aunque la inmensa mayoría de su paquete salarial negociado en agosto pasado corresponde a las acciones restringidas, activos de los que no puede vender la mitad antes de 2016 y el resto antes de 2021.