El uso de Internet se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para la libertad de expresión. Más que una posibilidad de comunicación es una necesidad debido al periodo de globalización que hoy se vive. Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el acceso a Internet como un derecho humano.

Desde las revueltas en Oriente Medio hasta el movimiento '15-M' en Madrid quizá no habrían sido posibles sin la inestimable ayuda de Internet. La capacidad de difusión que otorga esta herramienta se está convirtiendo en una necesidad básica para gran parte de la población.

Entre los argumentos que maneja la ONU, defienden que Internet es una herramienta que favorece el crecimiento y el progreso de la sociedad en su conjunto. Asimismo, consideran que debería ser un derecho universal de fácil acceso para cualquier individuo y exhorta a los gobierno a facilitar su acceso.

"La única y cambiante naturaleza de Internet no sólo permite a los individuos ejercer su derecho de opinión y expresión, sino que también forma parte de sus derechos humanos y promueve el progreso de la sociedad en su conjunto", indicó el Relator Especial de la ONU, Frank La Rue, en un comunicado de prensa recogido por la CNN.

Según La Rue, los gobiernos "deben esforzarse" para hacer Internet "ampliamente disponible, accesible y costeable para todos". Asegurar el acceso universal Internet "debe ser una prioridad de todos los estados".

Por otro lado, la organización se ha mostrado contrariada por las medidas opresoras de algunos gobiernos que violan el acceso a Internet. Desde gobiernos occidentales como Francia con su ley Hadopi hasta países con dictaduras como modelo de poder, aplican hoy en día medidas restrictivas al acceso a Internet.

El gobierno chino ha bloqueado el acceso a páginas como Facebook, Twitter, Youtube y LinkedIn e incluso ha creado su propio buscador que filtra y censura la búsqueda de palabras como: revolución jazmín, democracia, entre muchas otras.

Son muchos los gobiernos que han bloqueado el acceso a Internet. Egipto lo hizo durante las revueltas sociales que terminaron con la dictadura de Hosni Mubarak. Irán bloqueó algunas páginas de activistas que llamaban a una manifestación y muchos otros países han seguido este ejemplo.