Músicos de todas las edades y de treinta países comparten varios días en esta ciudad, que muchos visitan por primera vez, y donde han ensayado en jornadas maratonianas previas a su debut en la famosa sala neoyorquina, bajo la dirección de Michael Tilson Thomas.

Los 93 músicos que van a compartir el escenario con varios artistas invitados fueron elegidos entre 3.000 candidatos que respondieron a la convocatoria del conocido sitio web para formar una orquesta y que enviaron un vídeo con su interpretación de "Eroica", escrita para la ocasión por Tan Dun ("Tigre y dragón").

La diferencia de idiomas y culturas no ha sido un impedimento para la relación entre estos entusiastas músicos, muchos de ellos profesionales, porque se comunican gracias a su pasión por la música, aseguraron a Efe varios de los integrantes latinos de la orquesta, que cuenta con una guitarra española, algo inusual en una sinfónica.

Celso García Blanco, de Málaga (sur de España) y radicado en las Islas Canarias, es la única guitarra en este innovador proyecto y, al igual que otros hispanos, se presentó al concurso por sugerencia de sus amigos.

"Para un guitarrista no es demasiado sencillo colarse en una orquesta sinfónica, pero como esta orquesta es peculiar, especial y estupenda, la verdad es que esta oportunidad la han puesto que ni pintada", afirmó Blanco, que caminaba de un lado a otro con su guitarra y su sonrisa llevando su entusiasmo a través del salón durante el encuentro de los músicos con los medios de comunicación.

Para su compatriota Robert Silla, que toca el corno inglés y es integrante de la Orquesta Nacional de España, en este grupo hay "muy buen ambiente" y los hispanohablantes "hemos conectado enseguida personalmente y musicalmente y lo estamos pasando muy bien".

El clarinetista peruano, radicado en Bélgica, Marco Antonio Mazzini, tampoco ocultaba su alegría por estar en esta peculiar orquesta sinfónica.

"Esto prueba que realmente la música es un idioma universal, no nos conocemos, venimos de lugares y mentalidades tan diferentes que aun así, desde el primer momento, la música funciona, nos une", afirmó Mazzini, quien emigró para tomar cursos con un conocido clarinetista y pertenece a una orquesta de cámara.

La chelista Michal Shein, que nació en Israel, creció en México y reside en Boston (EEUU), estuvo de acuerdo con sus nuevos amigos y dijo que estar en este grupo le brinda la segunda oportunidad de volver al Carnegie Hall, donde se presentó a los doce años, como integrante de una orquesta juvenil.

No todos los elegidos para esta orquesta se dedican a la música clásica. El violinista mexicano Manuel Zogbi Ramos, de 30 años, se ha inclinado por el jazz, el tango y otros géneros populares.

"Es hacer un poquito más de espectáculo con el violín que la música clásica, pero me encanta la música clásica", dijo Zogbi, que se definió como un músico independiente, oriundo de Monterrey y radicado en la ciudad de Cohahuila (México).

Zogbi entró al concurso por sugerencia de sus amigos y asegura que no esperaba que le eligieran porque no se dedica a la música clásica, aunque ha cumplido el sueño que tuvo de niño, cuando a los doce años visitó por primera vez el Carnegie Hall para ver actuar a su tío, también violinista, con la Sinfónica de San Luis (Misuri).

"La primera vez que vine me dije 'si algo quiero hacer cuando sea grande es tocar el violín en el Carnegie Hall", afirmó Zogbi, quien dijo que es una gran experiencia compartir con personas de variados países "y amigos que van a ser para siempre".

"Hablo inglés, un poquito italiano y de repente a los españoles les hablo ruso, a los rusos en francés... Es una locura, es muy interesante y muy lindo estar aquí", indicó.

Costa Rica está presente con la clarinetista Ana Catalina Ramírez Castrillo, quien dijo que aprovechará la ocasión para aprender de todos los maestros y hacer contactos que le ayuden "a participar en otros eventos del mundo en un futuro".