Un grupo de psicólogos ha revisado un estudio realizado con niños en edad escolar en Luxemburgo elaborado en 1968, que siguió observando a sus 745 participantes en la vida adulta y evaluaron sus logros educativos y profesionales. Los resultados de la investigación han demostrado que el rasgo principal en el carácter de los niños es un comportamiento obstinado.

Estos niños tienen más oportunidad de obtener buenas notas en la escuela y luego lograr mejor desempeño a nivel profesional. De acuerdo con los científicos, la tendencia a romper las reglas tiene una correlación positiva con tener logros individuales más altos en la vida adulta. Los investigadores surgieron que esto podría deberse a que los que tienen un carácter obstinado están más dispuestos a luchar a contracorriente.

"Se puede suponer que los estudiantes que obtuvieron una puntuación alta en esta escala pueden obtener mayores ingresos, ya que están dispuestos a ser más exigentes durante los momentos críticos, como en la negociación de los salarios o los aumentos", afirman los autores del estudio. "Por ejemplo, los individuos que puntúan bajo en simpatía también ganan más dinero", añaden.

"Otra explicación podría ser que los menores que tienden a romper las reglas y desafían la autoridad de los padres también tienen niveles más altos en la voluntad de luchar por sus propios intereses y objetivos, una característica que conduce a resultados individuales más favorables", explican los investigadores.