Asegura que, con los datos que hay hasta el momento, la vacuna de AstraZeneca es “muy eficaz y segura” ya que la frecuencia con la que pueden aparecer casos de trombosis —unos cinco por cada millón de vacunados— es muy inferior a la que se registra con la píldora o el tabaco. El presidente de la Sociedad Española de TrombosisJoan Carles Reverter, recuerda además que en el caso de los ciudadanos de 60 a 70 años el riesgo de acabar en la UCI o fallecer por coronavirus “es mil veces superior” al de sufrir un trombo por vacunarse con este fármaco.

-¿Es totalmente segura la vacuna de AstraZeneca?

-Hasta hoy los datos muestran que sigue siendo muy eficaz y notablemente segura. Los riesgos graves existen, la Agencia Europea del Medicamento ya los consideró un efecto adverso, es decir, ha podido demostrar una muy probable relación con la vacuna, pero la realidad es que la frecuencia en que se dan es muy baja. Se estima que es un caso por cada 200.000 o 500.000 vacunados.

-¿Hay otros fármacos de uso común con un riesgo de provocar trombosis similar o más alto?

-Sí, por ejemplo, la probabilidad de tener trombos con la píldora anticonceptiva es de 0,5 por cada mil, es decir, si con la vacuna de AstraZeneca serían unos cinco casos por cada millón, con la píldora serían cinco por 10.000 y con el tabaco dos casos por cada mil fumadores. Y si se compara la probabilidad con el COVID también es mucho menor. Se calcula que entre un 15 y un 20% de los pacientes con coronavirus graves pueden sufrir trombosis. Es cierto que estas tasas son de trombosis en general y que la vacuna provoca un subtipo muy poco frecuente en otras circunstancias pero aun así la frecuencia es muy baja.

-La alarma, entonces, ¿viene dada porque son millones de personas las que se vacunan a la vez?

-Sí. Como se ha vacunado a tantos millones de personas, claro que hay gente a la que le ha pasado. Además, hay que tener en cuenta que estamos en una situación en donde determinar qué vacuna se pone o no es una cuestión política y sanitaria que no solo está basada en términos médicos sino también estratégicos, en función de las vacunas que se tienen. Estamos en medio de una pandemia, que la estamos telegrafiando a toda velocidad, cada minuto y con un microscopio puesto encima…Es una situación estresante para los profesionales pero sobre todo para el público.

-¿Entiende que haya cierta reticencia hacia esta vacuna?

-Sí. Creo que las decisiones que se han tomado tienen sentido cuando las analizas, pero el problema es que puestas una detrás de otra a la velocidad que se han producido, pueden provocar cierta sensación de desconfianza.

-¿Cómo convencer a los que dudan si vacunarse?

-Hay que vacunarse porque la pandemia causa muchos daños y va a seguir causándolos hasta que no se pare. La única arma que tenemos realmente para parar esta pandemia es la vacunación. Esto no se parará hasta que se vacune todo el mundo y esto incluye también a los países pobres. Las vacunas son seguras todas aunque tengan algún efecto secundario porque son poco frecuentes.

-¿Tiene sentido entonces limitarla de 60 a 69 años?

-La elección de las franjas de edad más que un tema estrictamente médico es un tema sanitario, de salud poblacional. Hay que poder vacunar a todo el mundo y elegir la estrategia que se emplea para hacerlo minimizando los riesgos individuales. Las decisiones tomadas tienen sentido. No digo que sean la única forma de hacerlo, pero es una buena forma.

-¿Por qué se prioriza a esa franja de edad?

-Porque es el grupo, de los que conocemos, en el que tiene más beneficios. Entre los 60 y los 70 años, la posibilidad de ingresar en UCI o morir por coronavirus es aproximadamente mil veces superior al riesgo de sufrir una trombosis si te vacunas, según la Universidad de Cambridge. A medida que baja la edad este beneficio desciende y mas que por que aumenten las trombosis, que puede ser pero son tan pocas que no aumenta tanto, es porque el número de personas de 25 años, por ejemplo, que van a la UCI son muchas menos. El beneficio que ofrecemos es menor.

-¿Y por qué acotarlo solo hasta los 69 años?

-La franja se ha ido subiendo a medida que se iba descubriendo que era eficaz en personas de más edad, no tanto porque haya muchos estudios como por la experiencia vista en Reino Unido que comenzó a vacunar a todas las edades. A los mayores, que son los que tenían más riesgo de sufrir complicaciones con el COVID, ya se les reservó otras vacunas y hay que resaltar que la vacunación se ha notado muchísimo. Las residencias fueron un matadero en la primera ola y ahora no tiene nada que ver la situación y en los hospitales se infectó muchísima gente al principio y desde que estamos todos vacunados, no hay casos nuevos. Las vacunas funcionan bien. Hay que ser conscientes de que te vacunas por ti, pero también por el vecino de enfrente y el vecino por ti. Si solo se vacuna uno, se rompe el beneficio.

-¿Qué cree que debería hacerse con los menores de 60 años que ya recibieron una dosis?

-De momento no hay un posicionamiento oficial porque no hay suficientes datos para decidirlo. Hay tres opciones. Una es repetir con la misma vacuna y ponerles la segunda dosis también de AstraZeneca. Parece lógico que si el riesgo es tan bajo puede hacerse pero no se sabe si el hecho de no haber tenido una trombosis con la primera, hace que tampoco vaya a suceder con la segunda y entiendo que es una decisión complicada porque si vamos a vacunar a dos millones de personas, igual cuatro, cinco o seis casos graves sí aparecen. Otra opción es dejarles solo con una primera dosis porque alcanzan un 70% de protección, algo que no parece tampoco un desastre intelectual y la tercera es optar por dar otra vacuna en la segunda dosis. En este caso el problema es que entramos en un territorio desconocido porque apenas hay estudios sobre ello. Probablemente funcione bien pero no se ha probado.ç

-Los casos vinculados a la vacuna sufrían una trombosis de los senos venosos cerebrales y era más frecuente en mujeres jóvenes. ¿Siempre es así con este tipo de episodios trombóticos?

-Relacionados con la vacuna parece que hay más casos en mujeres, sí y en jóvenes, pero hay que tener en cuenta que hay más gente vacunados que otras franjas de edad con la de AstraZeneca. Sin vinculación ya con esta vacuna, la trombosis de senos venosos cerebrales afecta más a las mujeres y se vincula a cuestiones hormonales ya que de hecho se producen en el embarazo, el puerperio, cuando se toman ciertos tratamientos hormonales o con ciertos tumores hematológicos.

-¿Cuáles son los síntomas?

-Principalmente el dolor de cabeza intenso que mejora de pie pero empeora cuando uno se tumba y que va acompañado de alteraciones visuales. La cefalea que puede ser reacción a la vacuna aparece el mismo día ya o al siguiente, pero este dolor aparece entre los tres y los catorce días posteriores a la vacunación.

-¿Cuál es el pronóstico?

-Los vinculados a la vacuna llegaban tarde al hospital porque se desconocía lo que era. En el resto de casos, si se acude a tiempo el pronóstico es bueno.