El 30 por ciento de las gafas de sol se adquieren en canales que no tienen regulación sanitaria, lo que representa que una de cada tres personas podría sufrir daños en las estructuras oculares por la radiación ultravioleta, según ha destacado el Consejo Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO).

En este sentido, Juan Carlos Martínez Moral, decano del CNOO, ha explicado que las gafas de sol son un equipo de protección individual (EPI) que todos los usuarios deberían tener para proteger la salud ocular de problemas en la córnea, el cristalino y la retina, que son provocados por la radiación ultraviolenta. Esta seguridad es "importante" en todas las edades, pero fundamentalmente para niños y mayores.

Por ello, el CNOO recomienda su adquisición en los establecimientos sanitarios de óptica, con los filtros adecuados para anular la radiación ultravioleta e infrarroja, y con el tamaño idóneo para proteger los ojos y los párpados. Asimismo, aconseja el uso de gafas que bloqueen el 99 por ciento de la radiación ultravioleta A, ultravioleta B y el infrarrojo, que posean gran calidad visual y que no afecten a la visión de los colores. De este modo, estas medidas ayudan a prevenir queratitis, cataratas y tumores de piel en esta área.

Así, para garantizar una correcta protección visual el CNOO aconseja prestar atención a la marca como estándar de calidad, que las gafas de sol tengan especificado el número de categoría de filtro en función de su capacidad de absorción a la luz, que los cristales tengan filtros para la radiación UVA, que tengan la mayor protección lateral posible, que no modifiquen las tonalidades y que tengan la graduación adecuada.