El herpes labial es una infección que se produce por el virus del herpes simple (VHS-1), el cual aparece en forma de pequeñas y dolorosas ampollas. Ésta se propaga fácilmente al tocar una llaga activa, siempre con contacto directo piel a piel.

Sin embargo, al contrario de lo que se piensa comúnmente sí se puede hacer algo para evitar estas incómodas visitas. En realidad todo se resume a que nuestro sistema inmunitario se encuentre en buen estado. Una gripe, la menstruación, el estrés o la falta de sueño pueden ser los desencadenantes para el herpes labial.

Pero, ¿qué hacer cuando ya han comenzado los picores y el ardor? El ajo puede ser nuestro perfecto aliado para deshacernos del herpes en poco tiempo. Actúa como un antibiótico natural que, además, contiene sustancias nitrogenadas como sodio, potasio o selenio, entre otros.

Lo que da mejor resultado es dejar sobre las ampollas un diente de ajo pelado y triturado. Transcurridos 10 minutos se debe enjuagar la zona con agua tibia. Dependiendo del tamaño de la infección se puede repetir el tratamiento varias veces. Pero siempre con nuevas piezas de ajo, de lo contrario puede empeorarlo.

Una vez el herpes haya desaparecido es importante deshacernos de nuestro cepillo de dientes, barras de labios, etc... y todo lo que haya tenido contacto con las ampollas y pueda contener el virus.