Las gafas tienen una relación directa con el sol. Y el sol casa con verano. Pero esta asociación de ideas tan básica ya ha caducado. Igual que el helado hace años traspasó y derritió el concepto de temporalidad, y las bicicletas se rebelaron contra Fernán Gómez y dejaron de ser solo para el verano, las gafas de sol se han convertido por pleno derecho en un elemento indispensable durante todo el año.

Y es que, contrariamente a lo que se piensa, el uso de gafas de sol durante la temporada invernal es más que necesaria para protegernos de un sol que espera con enfado el verano, y que en esta época daña más que nunca la vista por su posición más baja en el horizonte. Por esa razón, te ofrecemos estas cinco razones que refuerzan la idea del uso de las gafas de sol en invierno, no solo por salud, sino también por estética:

1. La vista es lo primero. Durante estos meses nuestros ojos se ven expuestos a una mayor radiación ultravioleta por la ubicación del sol. Al contrario de lo que pensamos, es el momento más importante para proteger nuestra ventana al mundo.

2. Gafas de sol para tus deportes de invierno. La temporada de nieve anima los corazones de los amantes de los deportes de invierno, pero hay que saber que el reflejo del sol en ella aumenta su intensidad. Además, a mayor altitud, más radiación ultravioleta.

3. Llevar gafas en invierno rima con fashion. Desde la compañía afirman que el sector de la moda nunca se olvida de este complemento indispensable que ya desfila por las pasarelas con paso firme como un elemento indispensable. Así, tampoco nos olvidamos de mirar a las últimas tendencias y poder optar a múltiples colecciones de gafas de sol para combinar con tu abrigo favorito o tu bufanda más cool.

4. Gafas contra la sequedad ocular. Esta temporada, pese a los días de lluvia, se repiten los días con ambiente frío y seco, algo que provoca la irritación de los ojos. Las gafas de sol también previenen contra el viento y frío seco.

5. No vale cualquier gafa, la calidad es lo primero. Unas gafas de mala calidad pueden provocar el efecto contrario al buscado, ya que no solo no protegen, sino que pueden dañar nuestra la de manera significativa.