El Yoga (palabra que proviene del Sánscrito y significa ´unión´) es la práctica de procedencia india más extendida a lo largo del mundo. Sus beneficios, tanto físicos como espirituales, han sido más que estudiados y ha quedado patente su poder para reducir el estrés mental y para tonificar la musculatura corporal.

Con motivo del Día Internacional del Yoga reunimos todos los beneficios que rodean a esta práctica ancestral.

Beneficios físicos

Mejora nuestra flexibilidad. Las posturas del yoga, denominadas asanas pueden parecer propias del mundo circense, pero en realidad nos ayudan a combatir la rigidez del cuerpo y mejoran de forma sustancial nuestra flexibilidad y nuestro equilibrio.

Aumenta la tonificación muscular. Además de potenciar nuestra flexibilidad, los asanas inciden también en el desarrollo muscular y en nuestra fuerza física, logrando así una mayor musculatura y una corrección de la postura.

Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Esta mejora de la circulación sanguínea, fruto de la ejercitación de los procesos metabólicos y anabólicos, incidirá a su vez muy positivamente en una importante reducción de los factores de riesgo de este tipo de patologías.

Mejora la postura del cuerpo. Las posturas y los ejercicios que promulga el yoga nos ayudan a mantener una buena postura de nuestro cuerpo, convirtiéndose en un magnífico remedio para luchar contra los dolores y lesiones de la espalda.

Mejora la respiración. La técnica de respiración que inspira el yoga (pranayama) nos ayudará a aumentar nuestra capacidad pulmonar, hará que respiremos de forma correcta y a la vez conseguiremos una mayor oxigenación de la sangre, mejorando nuestra circulación sanguínea.

Beneficios espirituales

Combate el estrés y ayuda a la relajación. La práctica del yoga incide en la relajación muscular y en la mental. La respiración y los movimientos que promueve el yoga (asanas) ayudan a calmar la mente y a convertirnos en personas mentalmente más estables y fuertes. A la vez, sentirnos tranquilos y relajados nos proporciona estabilidad emocional, por lo que el yoga también puede ayudarnos en nuestra relaciones, tanto sentimentales como familiares o laborales.

Mejora el rendimiento mental y la memoria. El yoga es también una magnífica herramienta para potenciar nuestra claridad mental y facilitar la toma de decisiones. Su práctica nos ayudará a concentrarnos, a evitar distracciones y además potenciará nuestras capacidades memorísticas.

Aporta energía y positividad. La práctica del yoga y la meditación hará que nos olvidemos de los pensamientos negativos, mejorando nuestro estado de ánimo. A la vez, esta milenaria disciplina oriental nos servirá para recargar las pilas e insuflarnos una buena dosis de positivismo. De esta forma, las asanas aumentarán nuestra energía vital.

Nuestra autoestima aumentará. El yoga nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos, favoreciendo una mejora en nuestra autoestima. Los asanas y la meditación nos ayudarán a auto examinarnos y a eliminar los pensamientos autocríticos que tanto daño hacen a nuestra salud mental, a la vez que fortalecemos nuestro cuerpo.