Cuando un paciente es diagnosticado de una patología renal, su vida cambia. Desde el momento en que está en la fase previa a diálisis hasta que es trasplantado.

Pero además de los cuidados propios de la enfermedad, estas personas deben tener una especial atención con su alimentación. Y es que la dietética y la nutrición son fundamentales para la salud de estos enfermos, que deben ejercer el autocuidado. En este sentido, la presidenta de la asociación para la Lucha Contra las enfermedades del riñón (aLCer) de Málaga, Josefa Gómez, explica que la alimentación de estas personas está supeditada al control. "Una buena alimentación permite mejorar la calidad de vida. Hay que disminuir la cantidad de minerales y hacer que los platos sean sabrosos, sanos y atractivos", afirma.

Si un paciente en diálisis no cuida su alimentación, además de poder sufrir problemas como una hiperpotasemia, puede tener que pasar más horas en las sesiones o incluso hacer algunas extra, explica la nutricionista, Pilar García Margallo.

Los pacientes con problemas de riñón deben evitar la sal y minerales como el potasio.

Testimonios en primera persona

Antonia Padilla, mujer de un paciente, asegura que usa muchos congelados y que poco a poco se van adaptando en su casa todos a la comida de su marido.

Igual le ocurre a Juana Martín, con su marido trasplantado y su hijo en prediálisis. "Quiero aprender a cocinar y saber qué echarle, que la comida esté buena y tenga sabor", dijo. Por su parte, Ricardo Toledo, trasplantado hace seis meses, señaló que practica el autocuidado. Aún así, reconoció que lo que más echa de menos desde que fue diagnosticado es el chocolate. "Cuando se es un gourmet, eso se sufre", añadió.

CUATRO MENÚS IDEALES PARA LOS ENFERMOS RENALES:

- Pan sin sal con mucho sabor

- Guiso de patatas con verduras

- Pescado en hojaldre

- Arroz con leche