Rosalía ha llegado a su segunda Met gala del brazo del diseñador Matthew Williams. Si en septiembre pasado lo hizo con un modelo impresionante de un mantón de manila en rojo ahora lo ha hecho con un alucinante Givenchy, el vestido de época de toda una 'Motomami'. Un diseño plagado de incrustaciones que combinaba a la perfección la temática glamur dorado con la moda urbana que ella lleva por bandera (véase, sus gafas de sol muy 'Desayuno con diamantes' futurista y una espalda del corsé descubierta con una espina dorsal incrustada ascendente hasta los hombros).

En color verde menta, con corte sirena, volantes en el bajo y mangas abullonadas de gasa con incrustaciones ha sido uno de los modelos más comentados de la fiesta. Y es que solo Rosalía puede llevar con tanto estilo una bata de cola con botas de plataforma.

Rosalía ha completado el 'look' con una joyería majestuosa, a juego con la pedrería del vestido, al que ha dado todo el protagonismo optando por un cabello recogido, con un moño medio (por cierto, el recogido imperante en la noche, como también lo ha lucido Kim Kardashian). 

Rosalía fue una de las últimas en llegar a la Met gala, casi al final, a pesar (o tal vez por eso) de ser una las más esperadas.

Con su desparpajo habitual se acercó a los medios y explicó que le encanta "la moda mezclar lo tradicional con lo nuevo" [como en 'Motomami']. "Es todo muy disruptivo", aseguró, levantándose la falda para mostrar unas botas altas de cuero blanco con plataforma.

La artista de Sant Esteve Sesrovires, a la que se vio hablando animadamente con la televisiva Kris Jenner, madre de las hermanas Katdashian, acaparó los flashes de los fotógrafos y gritos del público que esperaba fuera en la calle.

"Yo soy una persona que se siente muy agradecida de todo esto", agregó, valorando formar parte del grupo de músicos latinos invitados a la exclusiva fiesta benéfica.