Era el rumor más incesante y así ha sido. Gisele Bündchen se ha despedido de las pasarelas como sabíamos hace apenas dos meses. Un triste adiós, que se convertirá en un hasta luego. Porque en nuestros corazones y sobre todo en nuestra retina quedará de por vida ese contoneo de una de las mejores curvas de la historia.

Feliz y con lágrimas en los ojos y simplemente con una camiseta blanca y unos vaqueros remangados pesqueros, se ha despedido en la semana de la moda de Brasil, su tierra. Una tierra, que ha llevado muy a gala a las pasarelas más internacionales y a los lugares más recónditos.

Han pasado 20 años desde que se subiera a las pasarelas como maniquí. Bündchen se ha convertido en la joya de la corona de la moda y en la joya de la corona carioca. Ha sido la mejor embajadora de su Brasil.

Esto sin embargo, y conociéndola es un punto y seguido a lo que ha sido su pasión. La modelo tiene previsto bajar el ritmo pero seguro que no dejarlo y todavía estará más cotizada que antes.

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