La firma Emporio Armani presentó este viernes en la Semana de la Moda Femenina de Milán su colección para la próxima primavera-verano, en la que los colores pastel, los tejidos vaporosos y algunos plisados desfilan al unísono en prendas con reminiscencias de los años 20 del pasado siglo.

El modisto italiano Giorgio Armani ofreció en esta tercera jornada de desfiles en Milán (norte) una nueva ración de sus habituales azules y grises, aunque esta vez pasados por el tamiz de lo pastel, en un efecto difuminado al que contribuyen también los tejidos vaporosos.

Emporio Armani quiere para la temporada calurosa del año que viene una mujer muy femenina, dulce, nada agresiva, con líneas asépticas, neutras y mucho movimiento en sus prendas, ya sea en los vestidos o en los pantalones con pinzas de pata ancha.

La mujer de esta colección tiene un "aire domesticado, porque, mirando a mi alrededor, veo el deseo de estar guapas con la debida discreción", dijo este viernes Armani a los periodistas con motivo del desfile.

El pastel, sobre todo en tonos azulados, aunque hay algún verde, sirve para difuminar los estampados florales, que se alternan con prendas que hacen uso de los plisados en un efecto de colores tornasolados que aportan el toque más llamativo a esta colección.

La mujer que el modisto italiano ha ideado para la próxima primavera-verano no escatima en complementos: los bolsos de mano son los preferidos, pero tampoco faltan cinturones anchos, de corte algo futurista, que ciñen las prendas, o unas medias tupidas que también caen en el difuminado de los colores.

A pesar de la sobriedad y asepsia que caracterizan las propuestas de Armani, en esta ocasión los detalles no son menos, con pañuelos enlazados al cuello y lazos usados para dar forma a los escotes o a los cuellos, lo que ahonda en el toque años 20 (más evidente en los zapatos) y que se suman a algunos apliques con brillantes.

Más allá de las propuestas de Emporio Armani, por la pasarela milanesa desfiló este viernes la colección de Antonio Marras, inspirada en el mito clásico griego de Apolo y Dafne, la ninfa que quiere escapar del hijo de Zeus.

Llevado a la pasarela, esto se traduce en faldas con vuelos y estampados con motivos vegetales y florales, a modo de un lienzo en el que algún pintor, pongamos el florentino Sandro Botticelli, pudiera haber plasmado la mitología y sus paisajes en el siglo XV.

La parte actual de la colección de Antonio Marras la aportan algunas formas de las prendas, con cortes atrevidos, sobre todo en las chaquetas, protagonistas del juego de lo "doble", es decir, la superposición de vestidos con chaqueta y suéter, pensados "a priori" para ir por separado.

También desfiló este viernes Blumarine, situando a la mujer en un jardín en el que se pasea con transparencias y un aire delicado, con estampados de pétalos y mariposas y sin olivar los motivos de piel animal.

Mañana, en la cuarta sesión de moda femenina de Milán, le tocará el turno a las propuestas de Bulgari, Roberto Cavalli, Moschino y Jimmy Choo, entre otros.