La primavera llega tranquila para la moda masculina.

Los estampados, de flores o de pequeños motivos geométricos, y los colores vivos son una concesión a la fantasía de una ropa que antepone la comodidad a todo lo demás. Pero lo hace con sofisticación.

El vaquero renace disfrazado de elegancia, se imponen el pantalón corto, las prendas de inspiración marinera y militar y los trajes informales.