Más que el tipo de raza, lo importante es como se ha socializado el perro, así como su carácter, según coinciden varios expertos como Cinta Marí, veterinaria y presidenta de la Asociación Dog Calm; Victòria Coll, veterinaria, etóloga y confundadora de Gebrada, y Patricia Ventura, educadora canina y presidenta de Udols (asociación para el bienestar del perro urbano). También incide el tamaño.

Tamaño

Contrariamente a lo que algunos puedan creer, si hay niños en casa, mejor que los perros sean grandes. Nada de tamaños pequeños o perros toy (algunos apenas llegan a los tres kilos y 25 centímetros de altura). Si los perros son muy pequeños, los niños tienden a cogerlos y a tratarlos como si fueran un juguete, un peluche. Y no es la mejor idea.

En cambio, si el perro es grande, difícilmente lo podrá coger. Cuando se trata de niños con muy pocos años, mejor uno de 20 kilos al menos. En todo caso habrá que estar al tanto para que no lo monte como si de un caballo se tratara. Hay padres que lo fomentan, y tampoco es lo más recomendable.

CARÁCTER

Mejor si el perro es poco dominante y paciente, cariñoso, poco territorial y juguetón. También es importante asesorarse bien de cuál puede ser el mejor perro para el estilo de vida, rutinas, disponibilidad horaria, espacio donde se vive (piso pequeño en un entorno urbano o vivienda con jardín vallado), entorno familiar?SOCIALIZACIÓN

Teniendo niños de poca edad es preferible adoptar un cachorro de hasta tres meses. Estos primeros meses corresponden a la etapa de socialización del perro, es cuando aprende a interactuar con otros seres. Es muy importante cuidar que sus primeros contactos sean agradables, que se nutra de buenas experiencias y se acostumbre a los nuevos estímulos, dándole a conocer su entorno como al mayor número posible de personas y otros perros.

Pero si en casa hay un bebé, mejor escoger un perro adulto, que al menos tenga tres años, tiempo más que suficiente para que haya madurado. Un cachorro es como un bebé que también pide atención y dedicación, y puede ser agotador. En ese caso hay que informarse primero para saber si ese perro adulto ha tenido muy buena socialización con niños, porque hay perros que la rehúyen.EVITAR

Un perro no es un juguete con el que se juega cuando el niño quiere. Tienen su momento de querer estar tranquilos.

Duermen más que los humanos y necesitan su espacio de descanso y seguridad. Así que es mejor no molestar cuando el perro duerme, cuando come o cuando está jugando con sus propios objetos. Y si gruñen, es una de las señales de advertencia de que están enfadados, molestos o tienen miedo, por lo que hay que alejarse lentamente con los brazos cruzados, y no castigar al perro por esa advertencia. Si dejara de hacerlo es más difícil detectar cuándo el animal se está poniendo nervioso. Es mejor saberlo para reaccionar a tiempo.