La cantante y actriz Ana Belén anda estos días de un lado para otro como una peonza. Despide la función de Vargas Llosa Kathie y el hipopótamo y prepara Medea, que estrenará en el Festival de Mérida. Entre tanto, presenta su disco 'Canciones regaladas' junto a Víctor Manuel, en el que reformatean clásicos de Billy Joel, Rubén Blades o Astor Piazzola.

Parece que Víctor Manuel y usted tienen decenas de grabaciones juntos, pero hace treinta años que no compartían estudio.

Nos hemos trabajado mucho el directo y se han editado discos de éxito de nuestros espectáculos, como El gusto es nuestro, pero no grabamos juntos desde Para la ternura siempre hay tiempo (1985).

¿Qué tienen en común las canciones de este álbum?

Mucha energía. Cuando empezamos a elegir había más de cien sobre la mesa. Sobrevivieron a la criba porque son excepcionales. Las hay comprometidas (El padre Antonio y el monaguillo Andrés), mágicas (Aleluya de Leonard Cohen) y clásicos como At Last.

¿Qué le falta al disco?

Diría que nada, pero puestos a pedir, una canción de Sting: me encanta, pero no logro cuajar nada con él. Casi hacemos un dúo hace años y no salió por problema de fechas. Pero el otro día pillé a mi hijo David, el productor de nuestros discos, haciendo arreglos sobre un tema de él. Igual en algún concierto€

Forman una familia muy musical€

Sin duda. Cuando nos juntamos hay veces que acabamos versionando a los Beatles, alrededor del piano€

¿Dónde le gusta pescar canciones?

Más allá de nuestros autores imprescindibles, en Hispanoamérica, en Italia, en Brasil y en el jazz y los standards americanos.

En España, el jazz no ha tenido nunca mucho tirón€

Nada. Ahora, más, pero cuando yo empezaba sólo había un par de locales en Madrid que se llenaban con cuatro entusiastas españoles y los americanos de la base de Torrejón. Salíamos del teatro, de hacer Sabor a miel, y nos íbamos para allá. Y una noche llegué a cantar Summertime con Tete Montoliu al piano.

¿Qué otras cosas le divierten?

Cada vez más no hacer nada; perder el tiempo. Supongo que esto lo digo en un momento en el que se me ha juntado todo y no hago más que trabajar. Necesito vaguear un rato€

¿Con qué no perdería el tiempo?

Más que cosas, personas. A estas alturas no me apetece dedicarle tiempo a gente con la que no tengo nada que ver. En eso me he hecho algo intransigente.

¿Qué le enfada?

Me cabrea la estulticia de la política de este país. La cantidad de zombies presentándose a las elecciones. ¡Hay una falta de grandeza en ese campo! Me irrita que un señor venga ahora con que va a bajar el IVA, como si no viéramos que es porque están las consultas al caer. Y hay otra cosa que no soporto: que suenen los móviles en plena función. Mira que se insiste en ello, pero este mensaje no cala.

¿Cómo sería su ratito perfecto?

Yo busco mis buenos momentos cada día. Mi vida se centra en lograr la mayor cantidad de momentos en los que estar bien conmigo misma. Y disfrutar de los amigos, la familia; de una película estupenda, o una exposición de pintura€

Su gran afición

El gimnasio. el buen rollo y el bienestar me duran todo el día.

¿Cómo se le pasa un enfado?

Haciéndome reír. pero, ojo, a mí las cosas no se me olvidan.