José María López Sanfeliu, más conocido como Kiko Veneno, acabar de recibir el Premio Nacional de Músicas Actuales como reconocimiento a su contribución a la música española. Feliz con el premio, asegura que la música sobrevive a la crisis a pesar de que los gobernantes se empeñen en "desvalorizar la cultura para desarmar a la población y que esté indefensa con la que está cayendo".

- ¿Cómo reacciona alguien poco acostumbrado a premios institucionales ante un galardón de este calado?

-Reaccionas de una manera magnífica, estupenda. Estoy muy agradecido, muy feliz por el reconocimiento porque hemos hecho un trabajo con mucha fe, con ganas y hemos puesto todo lo que teníamos. Te sientes muy reconfortado cuando te lo agradecen a nivel institucional.

-¿Se siente cómodo entre otros galardonados como Serrat, Amaral o Santiago Auseron?

- Muchísimo, son mis ídolos. Muy cómodo y satisfecho.

- ¿Para qué sirve un premio como este en tiempos de crisis?

- Es la parte más controvertida de este premio. Es paradójico que el Estado me de dinero a mi cuando se está recortando lo que nos pertenece al pueblo español para dárselos a los curas, a los bancos, a los políticos y a gente sin escrúpulos. Es paradójico pero yo no tengo que justificar nada. Lo reinvertiré en mi trabajo y en la gente que trabaja conmigo para poder seguir creando.

- ¿La música sobrevive a la crisis?

- Por supuesto. La música es anterior al capitalismo, al feudalismo, a las religiones... La música es una necesidad vital para la persona. La cultura es una necesidad vital muy importante. Los gobiernos de todo el mundo han estado trabajando para desvalorizar la cultura, para desarmar a la población, para que esté indefensa ante la que nos está cayendo. La cultura te da conocimiento, saber. Eso nos debería alarmar. La cultura es un arma muy importante. No hay que tener miedo.

- Estos últimos años se han caracterizado por una progresiva disminución en el campo de la cultura...

- No se puede tener todo en la vida. O tienes ladrillo o tienes cultura. Si a los 15 años dejas el instituto y no tienes estudios pero a los 18 te compras un buen coche... De un pueblo así no podemos esperar que tengamos una cultura sólida.

- El premio reconoce su lucha y su contribución a enriquecer la música española.

- Esta es la base del premio. Yo he estado en esa dirección pero no he sido el único. Mi trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda de la gente que me ha rodeado. No renuncio a los meritos que pueda tener, pero si quiero compartirlo con toda la gente que me ha acompañado. Precisamente el público me ha dado la carta de naturaleza para seguir esforzándome y creando.

- ¿De quién se acuerda cuando sabe que es Premio Nacional de Músicas Actuales?

- Sobre todo de mi familia, de mi padre, de mis hijos, de mi mujer que tanto hemos vivido y luchado juntos. Ha sido emocionante ver su cara de alegría.

- Su cancionero no se puede entender sin el flamenco.

- El flamenco es una música muy rica en Andalucía, tremendamente fuerte y que traspasa fronteras. Como todo andaluz, me he empapado de eso y me he dejado influenciar. Además, lo he puesto en contacto con lo que me ha llegado de la radio, del rock and roll, de la música negra americana, africana, del pop ingles... Y con todo ello, cada uno hace la propia banda sonora de su vida.

- ¿Qué tal se maneja con los fans en las distancias cortas?

- Es divino. Empieza el concierto con mucha alegría. Son acontecimientos memorables. Es una experiencia muy bonita.

- Se ha premiado el ingenio, la calidad poética pero usted reivindica su faceta de músico.

- Mucha gente me ha tratado de letrista y no estoy de acuerdo porque yo soy músico. Hago canciones y las letras son parte de ellas, son el relleno que debe tener una canción para poder caminar. Reivindico mi faceta de músico porque no soy escritor.

- En 2001, usted afirmaba que "los políticos son corruptos". La corrupción está al orden del día. ¿Tiene algo de visionario?

- No. Tengo sentido común. Nos han estado mintiendo durante todos estos años. Los señores con corbata son unos ladrones. Es una mafia global que se apodera del sistema político y empresarial que actúa con total desfachatez. Nos lo quieren negar diciendo que son excepciones pero no son la excepción, son la norma. La excepción en el mundo empresarial y político es que haya gente honrada.