El cantautor y actor bonaerense Diego Torres vuelve a España tras varios años alejado de los escenarios del país. "He recibido muchos mensajes de gente esperando que tocáramos, así que será un reencuentro emotivo y enérgico", comenta para Magazine.

En su inminente gira presentará los cortes de su último disco, Distinto, una clara aproximación al rock que contó con la participación de Mala Rodríguez en Mirar atrás; de Yotuel, el líder de Orishas, en Cuando no queda nada, y del cantautor argentino Kevin Johansen en Bendito. El LP, además, incluye el exitoso single Guapa, pieza que no faltará en el repertorio. "La escribí pensando en cómo a veces estamos alienados por nuestra realidad, sin ver las cosas con claridad. Hasta que viene una señal para despertarnos de ese estado. Interpretaremos este tema con banda y en acústico, versión en la que me siento al piano y la canto en su más pura esencia", explica. De todos modos, este apasionado de los Beatles y The Police quiere remarcar que el repertorio de sus shows contendrá temas "de distintos discos y épocas", con éxitos asegurados como La última noche, Penélope o Color Esperanza.

Diego Torres podría haber hablado incluso con Antonio Carmona y con Rosario Flores para que canten en algunos de sus conciertos. Y es que para este artista que iba para médico actuar en directo es lo más importante de su carrera. "Uno hace los discos con el fin de salir de gira después y presentar los temas en vivo. Soy un artista formado en el escenario, que es donde disfruto más, gracias al contacto con la gente. Para mí, poder tocar y cantar en vivo es lo esencial de la vida". De sus más de dos décadas en la música, recuerda con una estimación especial cuando en el 2003 cantó para Juan Pablo II en Madrid.

Sin embargo, Torres, de 41 años, que acaba de estrenar la película Extraños en la noche, una "comedia romántica con tintes de suspense y cine policiaco" en la que interpreta a un pianista clásico, sabe perfectamente qué es lo primordial para mantenerse en la industria musical: "Hay que trabajar duro para labrarse una carrera en distintos países. Es algo que exige ganas y esfuerzo, y no sólo pasa por el talento. Sin espíritu de conquista, es muy difícil lograrlo. Es algo que es bueno transmitir a la gente joven que quiere hacer música y piensa que todo se resume en el aplauso de la gente. Cuando eso es, en realidad, una consecuencia, el final de todo. Para recibirlo, antes se ha tenido que trabajar intensamente", concluye.