La actriz y presentadora Ana Obregón ya se encuentra en su casa de Mallorca, en la Costa de los Pinos. Después de celebrar el funeral por su hijo Álex, fallecido a causa del cáncer el pasado mes de mayo, ha viajado a la isla para intentar descansar y desconectar.

La actriz estuvo paseando en la mañana del lunes por la zona acompañada por su hermana Amalia, quien está siendo uno de sus grandes apoyos en estos momentos. Las dos entraron en una tienda de ropa y estuvieron mirando unos vestidos. Después, Ana Obregón, que llevaba un vestido negro floreado y zapatillas de deporte y ocultaba parte de su rostro tras la mascarilla, se sentó frente al mar. Poco después regresó a su casa.

Fue el pasado día 30 de junio que Ana Obregón y Alessandro Lequio, familiares y amigos asistieron al funeral por Álex Lequio en la parroquia de Nuestra Señora de la Moraleja, en Madrid, muy cerca de la vivienda en la que siempre ha residido. Una misa que se celebró cuarenta ocho días después del fallecimiento de Álex Lequio a los 27 años de edad debido a la situación creada por la pandemia.

La vida del hijo de Ana Obregón y Alessandro Lecquio ha estado ligada a Mallorca desde su nacimiento. No contaba ni dos meses de vida cuando llegó por primera vez a la isla. Era agosto de 1992 y sus padres desembarcaron en Son Sant Joan con él en el cuco, una imagen que era la primera que los fotógrafos lograban captar del niño.

Álex Lequio pasó la mayoría de los veranos de su infancia en la casa familiar de los García-Obregón en la Costa dels Pins, en Son Servera, donde no faltaron imágenes del niño en la playa durante los famosos posados de su madre. De hecho, Ana Obregón recuperó el año pasado su posado en la playa, esta vez sola para la revista ¡Hola!: "Agradeceros siempre vuestro apoyo y mensajes de ánimo. Mi hijo está bien y éste va a ser el verano más feliz de mi vida ya que el verano pasado lo borré de mi mente", escribió entonces en sus redes sociales en relación al estío de 2018 que pasó en Nueva York y no en Mallorca junto a Álex, que ya se sometía entonces a un tratamiento contra el cáncer, contra el que ha luchado durante dos años.