La tenista estadounidense Serena Williams confesó que no tenía intención de revelar al mundo su maternidad, tal y como hizo la pasada semana, cuando publicó una foto de sí misma en la red social Snapchat bajo el título '20 semanas'.

Williams, que llevaba un bañador de color amarillo en la fotografía, borró rápidamente la publicación pero más tarde confirmó su condición a través de su agente, dadas las frenéticas especulaciones creadas al respecto.

La actual número 1 del mundo del ránking WTA admitió este martes en la conferencia TED de Vancouver (Canadá) que la fotografía estaba hecha con la intención de conservarla bajo colección personal.

"He estado vigilando mi estado y haciéndome fotos todas las semanas para ver lo lejos que estoy llegando. Solo las guardaba para mí. Lo he hecho bien hasta ahora, pero esta vez se me escapó", explicó Serena Wiliams.

La americana descubrió que estaba embarazada solo dos días antes del comienzo del Abierto de Australia el pasado enero, aunque eso no impidió que ganase su vigesimotercer 'grande'.

"No ha sido fácil. Escuchas todas esas historias sobre gente cuando se queda embarazada, que enferman, que se cansan mucho, es realmente estresante. Tuve que coger toda esa energía y guardarla en una bolsa de papel, para poder deshacerme de ella. Embarazada o no, nadie lo sabía y se suponía que debía ganar ese torneo. Siempre que juego, espero ganar. Si no gano, en realidad son mayores noticias", prosiguió.

Como consecuencia, no podrá competir por lo que queda de temporada 2017, aunque aseguró que no planea otra cosa que volver al circuito ya como madre el próximo año, con su hermana Venus, ganadora de 7 títulos de Gran Slam, como inspiración.

"Definitivamente, planeo volver. No he terminado aún. Si ella sigue jugando, estoy segura que yo puedo jugar. La maternidad es una nueva etapa de mi vida. Mi hijo estará en las gradas animándome", concluyó la estadounidense.