La altura del rey Felipe VI destacó hoy más que nunca en la entrega de los XXXII Premios Internacionales de Periodismo Rey de España, un acto en el que el brillante futuro de la lengua y la vitalidad del periodismo latinoamericano se envolvieron como colofón en aires de tango.

El rey, acompañado por la reina Letizia, presidía por primera vez esta entrega de premios, que el año pasado marcó el último acto público de su padre, el rey Juan Carlos, quien pocos días después anunciaba su abdicación del trono español.

Y en esta primera ocasión, celebrada en la Casa del Lector de Madrid, Felipe VI se ganó al instante la complicidad del público al retirar, con un calculado empujón del pie, la plataforma situada bajo el atril, con la que los anteriores oradores se auparon en la tribuna. "Suele pasar", comentó con espontaneidad el rey, provocando las sonrisas de los invitados, y alguien susurró: "Se siente en casa".

En el acto, el papel esencial del periodismo y el brillante futuro de la lengua -en realidad, las lenguas: el español y el portugués- fueron los protagonistas. Y enmarcando la ceremonia, palabras e imágenes sobre los trabajos de los premiados y, como broche, una música privilegiada para enamorar en las dos orillas del Atlántico.

Tras la entrega de premios, los reyes charlaron distendidamente con gran parte de los invitados, entre los que se encontraban la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáez de Santamaría, y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.

El padre Ángel y la exjugadora de taekwondo Coral Bistuer fueron los primeros en acercarse al monarca y los primeros que se hicieron fotos con él, algo que se repetiría constantemente durante la hora en la que los reyes charlaron animados.

Mientras paseaban por la Casa del Lector, acompañados por el presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera, los reyes hablaron con la escritora Carmen Posadas, la que fuera presidenta del Club Siglo XXI Paloma Segrelles, acompañada por su hija, la periodista Marta Robles o la modelo y presentadora Juncal Rivero.

La reina Letizia llevaba un vestido-abrigo en color beige con el cuello de las solapas y los bordes de las mangas adornados con pedrería, anudado a la cintura, impecable con su nuevo corte de pelo "bob" y sin joya alguna.

El acto contó también con la presencia de los toreros Óscar Higares y Víctor Puerto; el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón; el presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines; el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño; y la doble campeona olímpica de vela Theresa Zabell.

El Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros; y Juan Miguel Villar Mir, presidente del grupo OHL, patrocinador de los premios junto a TRAGSA y la Fundación Aquae; también se hallaban entre los asistentes.

Igual que el director de Casa del Lector, César Antonio Molina; el coordinador de prensa de Casa América, Israel Doncel; así como los embajadores de Honduras, Guatemala, Venezuela, Brasil o Colombia.

Con ellos los reyes compartieron charla, mientras el monarca aprovechaba para picar algo. También se le acercaron Marina Danko, Paloma Lago, Pedro Ruiz, Míriam Díaz Aroca, José Oneto, Fernando Jaúregui o el exportavoz del Gobierno del PP Miguel Ángel Rodríguez.