La televisiva María Teresa Campos y el humorista de origen chileno Edmundo Arrocet von Lohse, el popular Bigote Arrocet, descansan en el sur de Gran Canaria, entre el Hotel Don Gregory y la playa de Las Burras. La estrella de la televisión refuerza con su presencia el impulso televisivo que ha cobrado San Bartolomé de Tirajana desde que se ha convertido en escenario de las mañanas estivales de TVE. Sorprendida ya en una cena madrileña, la pareja de rostros televisivos protagoniza una de las supuestas relaciones sentimentales del verano.

El sur de Gran Canaria está de moda. Este verano, la Isla se ha convertido en plató de varios programas de televisión así como en escenario cinematográfico. La conocida presentadora María Teresa Campos, rostro habitual de la televisión nacional, no ha venido a trabajar sino a descansar y lo ha hecho acompañada de su supuesta pareja, Bigote Arrocet.

El martes al mediodía, los comensales del establecimiento La Punta en Pasito Blanco tuvieron en el local la compañía de la veterana de la pequeña pantalla y actual presentadora de '¡Qué tiempo tan feliz!', que ocupa las tardes de los fines de semana en la cadena Telecinco, y del humorista.

María Teresa Campos, que lleva en la Isla desde principio de esta semana, permanecerá en Gran Canaria unos días más, alojada en el Don Gregory, en el enclave costero de la playa de Las Burras.

El humorista y la presentadora de televisión saludaron a quienes se les acercaron con buen ánimo y se fotografiaron también con numerosos seguidores televisivos. Han elegido Gran Canaria pero no se ocultan. Y sonríen felices.

A la presentadora de '¡Qué tiempo tan feliz!' y defensora de la audiencia en 'Sálvame', éste último también de la parrilla de Telecinco, le persiguen desde hace meses los rumores de supuesto romance con Arrocet.

Ella, en la propia cadena de Paolo Vasile, se ha esforzado en desmentir en las últimas semanas lo que para muchos de sus compañeros de la prensa comienza a ser una relación amorosa. María Teresa sonríe y alega que la historia de ambos no pasa de ser una buena amistad. Todo empezó, dicen, en una cena en un restaurante de Madrid al que acudieron la periodista y el humorista tras intervenir éste en el programa de la Campos.