Los duques de Cambridge Guillermo y Catalina disfrutarán de su flamante paternidad en plena campiña inglesa. La pareja se ha trasladado a Anmer Hall, una propiedad real que ya espera su llegada y la del recién nacido Jorge Alejandro Luis.

El matrimonio pasar algunos meses en el campo británico antes de regresar a su residencia, el palacio de Kensington de Londres. Hoy, ambos pasan sus primeros días como padres en Bucklebury, en la casa de Carole y Michael Middleton, los padres de Catalina.

Según afirma la agencia Press Association, "ayudantes reales" habrían recibido la orden de preparar el recinto de Anmer Hall a primeros de año. La mansión, a escasos kilómetros de Sandringham, una de las residencias oficiales de la reina Isabel II, sirvió por última vez a la familia real británica en 1990, cuando fue ocupada por el príncipe Eduardo y su esposa.

La mansión cuenta con un espacio ajardinado cubierto y habitaciones de madera reformadas. Los terrenos circundantes pertenecen a empresas que aseguran que la llegada de la realeza es inminente. Se tratará, así, de la segunda residencia oficial de los duques de Cambridge tras el palacio de Kensington, actualmente en reformas.

Antes de volver a ejercer como piloto de helicópteros en Gales, Guillermo pasará una semana más de baja por paternidad junto a su primogénito. Se espera que el duque, segundo en la línea de sucesión al trono británico, vaya pronto a Londres para asumir actos oficiales relacionados con la corona.