El actor británico Robert Pattinson declinó hablar ante las cámaras de la infidelidad de su novia, Kristen Stewart, y salió al paso de las preguntas que le plantearon en el programa Good Morning America, del canal ABC, visiblemente nervioso y asegurando que no quiere vender su vida privada.

"Nunca he estado interesado en vender mi vida personal", respondió el conocido vampiro de la saga "Crepúsculo" al presentador George Stephanopoulos, después de balbucear frases sin conexión y entre aplausos de sus seguidores, apostados en las ventanas de los estudios de Nueva York desde donde se emite el programa.

Pattinson, que esta semana reapareció en la promoción de la película "Cosmopolis" en la Gran Manzana tras el escándalo protagonizado por Stewart, aseguró entre risas a su interlocutor que "la razón" por las que acude a programas de televisión es "para promocionar películas" y no para hablar de su vida privada.

De ahí pasó a evaluar el impacto de la fama en la vida de un actor y particularmente en su caso, desde que protagonizara la primera entrega de "Crepúsculo".

"Si te acostumbras, creo que empiezas a volverte loco. Es como estar en un alucinante parque de atracciones. Es muy emocionante, pero al final, en algún momento, tienes que tomarte un descanso", explicó el actor, de 26 años, que accedió simplemente a responder afirmativamente a la pregunta de si llevaba bien la situación.

Se trató de una de las primeras entrevistas que ofrece Pattinson desde que su novia reconociera haberle sido infiel con el cineasta Rupert Sanders, casado y de 41 años, que la dirigió en la película "Blancanieves y el cazador".

Antes de la cita en Good Morning America, el actor se había enfrentado ya a las difíciles preguntas del humorista de "Daily Show" Jon Stewart, y el martes fue el encargado de protagonizar la ceremonia de apertura de la bolsa de Nueva York para promocionar "Cosmopolis", en la que lo dirige el cineasta David Cronenberg.

También acudió al estreno de la película, que se celebró en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de la ciudad, con alfombra roja incluida, así como a una fiesta posterior, en la que, según el diario New York Post, no se le vio en compañía de ninguna mujer y se pasó el tiempo "bebiendo cerveza, bailando y pasándolo bien".

La promoción de la cinta ha llevado al actor a salir a la luz pública tras su escándalo sentimental, por lo que, según detalla ese diario, está deseando acabar ese trabajo para abandonar cuanto antes Estados Unidos y llegar a Australia a rodar la película "The Rover".

"Necesita desaparecer un rato, por lo que está deseando filmar en el desierto en Australia. Necesita espacio", explicó al tabloide neoyorquino una fuente cercana al actor.