La llegada de este perro de aguas portugués se hará oficial hoy, martes, y supondrá el cumplimiento de una promesa "electoral" hecha por Barack Obama a sus hijas, Sasha y Malia, durante la campaña presidencial de 2008.

Las primeras imágenes de la familia Obama con su nuevo integrante, sin embargo, vieron la luz el sábado a través de internet a pesar del empeño del equipo del presidente en evitar filtraciones.

El perro, llamado "Bo" por las pequeñas Obama igual que el gato de sus primos y en honor a su abuelo materno apodado Diddley (Bo Diddley es también el nombre artístico de una estrella del rock), fue un regalo del senador por Massachusetts Edward M. Kennedy, un aficionado a esa raza de canes.

"No podríamos estar más felices de ver la alegría que "Bo" está llevando a Malia y a Sasha. Amamos a nuestros perros portugueses de aguas y sabemos que las niñas y sus padres lo harán también", dijeron los Kennedy en un comunicado.

El animal, un macho de seis meses, tiene origen tejano, perteneció a una camada de un criador de la zona, y tuvo antes otra familia que lo terminó devolviendo porque no podían hacerse cargo de él, según fuentes del diario Los Angeles Times.

De pelo rizado negro y blanco, "Bo" cumplió una de las condiciones necesarias para que una mascota entrase en la Casa Blanca, que no fuese un foco de alergias para Malia, de 10 años, aunque la primera familia de EEUU había barajado la posibilidad de un ejemplar de la raza labrador.

El encuentro privado de las niñas Obama con "Bo", que es la única mascota que han tenido, fue preparado como una sorpresa, y según fuentes de The Washington Post, resultó un éxito.

"Sasha, de 7 años, estaba entusiasmada y Malia se centró en las responsabilidades, entrenamiento, cuidados, etc.", se comentó en el diario del distrito federal, que aseguró que el perro se mostró obediente y encandiló a los Obama.

La aparición de "Bo" en la Casa Blanca ha originado un sinfín de valoraciones sobre qué debería hacer el clan Obama para integrarle sin problemas en el día a día del hogar.

Entre los comentaristas no faltó el "gurú" televisivo del adiestramiento canino, el mexicano César Millán.

"El mejor consejo que le puedo dar a la familia Obama es que nunca trabajen en contra de la Madre Naturaleza. Completad las necesidades genéticas de vuestro perro, ejercicio, disciplina y cariño en ese orden y tendréis los fundamentos para una relación equilibrada", dijo Millán a la revista People.

Este experto, conocido por su programa "The Dog Whisperer", advirtió que no siempre las personas que mandan en su trabajo trasladan ese liderazgo a sus mascotas "ahí es cuando aparecen los problemas", declaró Millán, quien recomendó que todos los Obama se conviertan en figuras de referencia para "Bo".

Desde el Portuguese Water Dog Club of America se señaló el apego de esa raza de perros a los miembros de su grupo y se alertó de que no es bueno "dejarlo solo durante largos períodos de tiempo".

La Sociedad Americana de Veterinarios de Comportamiento Animal insistió, por su parte, en la trascendencia que tendrán los cien primeros días con los Obama en la socialización de "Bo"

"Será importante que se le presenten paulatinamente las cosas que le puedan asustar, como los helicópteros, las multitudes y los reporteros con micrófonos y se asocien con algo bueno", se afirmó en un desde esa organización.

No faltaron las críticas a la elección de "Bo" por el hecho de que los Obama finalmente recurrieran a un criador y no a una perrera para elegir su perro, como había trascendido que harían durante el período electoral.

Asociaciones como Adopt-a-Pet.com, mostraron su "tristeza y decepción" por esa decisión.

"Es realmente una oportunidad perdida para establecer una tendencia favorable hacia la adopción de mascotas en EEUU", dijo la directora ejecutiva de esta organización, Abbie Moore.