El número 20 de Kean Street, la sede londinense de Paul Smith, parece una tienda de juguetes. Una start-up que cumplirá en 2020 medio siglo de vida, bajo la dirección de un autodidacta saltarín que empezó su carrera en una tienda de Nottingham, su ciudad natal. "Dije que me encantaban los conejos. Me han regalado muchos. Qué pena no haber dicho lo mismo de los diamantes…", bromea.