Cómo es la Semana de la Alta Costura en una ciudad aún muy afeada, con pintadas de “Macron, dimisión” y taxis que espetan: “Vaya baile de limusinas… ¡pronto acabaremos con ellas!” ? ¿Se puede fundir la seducción en la insurrección? Asistir a desfiles de moda es pasar de la nieve embarrada a las escaleras de mármol inmaculadas, del metro a la place Vendôme, de los plumas con capucha de la calle a auténticas criaturas lunares que parecen haber escapado de un mundo sin gravedad.