Desde que Bertolucci le convirtiera en una estrella con aquellos Soñadores (2003) sesentayochistas, hace ya más de tres lustros, Louis Garrel (París, 1983) no ha dejado de crecer ejerciendo siempre de bello joven atormentado, tanto en las películas de su padre, el legendario Philippe Garrel, como en las fantasías pop de su amigo Christophe Honoré. Ahora es ya un hombre hecho y derecho, está casado con la no menos hermosa Laetitia Casta, y se ha convertido en un director de lo más respetable. Juntos protagonizan Un hombre fiel, su segundo largo como realizador, que llega a las salas españolas este mes.