SIEMPRE QUE SE FILTRAN imágenes de cómo son tratados los animales en muchas granjas -y ya no digamos en los mataderos- emergen las críticas ante una atrocidad que sigue pasando desapercibida para muchos. Corine Pelluchon, filósofa y profesora en la Universidad de París-Est-Marne-La-Vallée, decidió, en 2003, después de toparse con unos crueles vídeos en Internet, hacerse vegetariana, porque “me di cuenta del maltrato al que son sometidos los animales por la industria alimentaria”.