Cuando Caroline llegó al Festival de Cannes, el certamen no era el despliegue de lujo que es hoy. “Hace un par de décadas era una cosa mucho menor. Atraía a clientes potenciales, pero no generaba la actividad que genera hoy. Me gusta Cannes, me gusta el festival, así que decidí implicarme. Les propuse fabricar el galardón, la Palma de Oro, que por entonces no era de oro, y ahí comenzaron nuestros lazos de forma oficial”, explica Caroline Scheufele, copresidenta y directora creativa de la firma joyera.