Cuando el sol se pone, empieza la locura. En un imaginario paraíso poblado por gente que hace música, escucha música y baila y ama unida por la música, el oeste sería el territorio donde se celebrarían los festivales de la evasión, la paz y el amor a ritmo de pop, rock, blues y country. Una zona donde "cualquier noche puede salir el sol", como cantó Jaume Sisa; un espacio con tiempo limitado donde "la locura es como el edén", según Jimi Hendrix. Éste fue el último en salir al escenario del festival de Woodstock (1969)...