Son egoístas. Son frívolas. Manejan reactores nucleares portátiles con todo el descuido del mundo. Y, para colmo, parecen más interesadas en derrotarse unas a otras en duelos de pullazos que en salvar a la humanidad de los engendros del Más Allá. Defectos todos ellos que las vuelven idóneas para desempeñar su trabajo. Si Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones no se mostrasen como auténticos desastres con patas, no se merecerían suceder a Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y el difunto Harold Ramis al frente de la franquicia Cazafantasmas. Algo que, por lo que se ve, muchos integrantes del ´fandom´ no han entendido o no quieren entender...

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