“¿La ha visto en Crepúsculo?”, le pregunta un periodista a Woody Allen. “No, no la vi en la película de vampiros”. El entrevistador se refiere a Kristen Stewart, protagonista de Café Society, la película con la que la actriz y el director neoyorkino inauguran hoy un festival de Cannes que tiene en Stewart a una de sus primeras musas. Ella ocupa algunas de las páginas de Variety, una revista que en Cannes está en mano de todos, en las que se despacha a gusto y a ritmo de expresiones como “fuck”, sobre la fama, sobre el movimiento LGBT, sobre el hecho de rodar con Woody Allen, un director que no ha podido escapar de la polémica en su visita a Cannes, y sobre lo privada que es su vida más allá del cine.

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