El desconocido truco del limón: deja los grifos relucientes en menos de 10 minutos

En muchos municipios, el agua del grifo tiene "mala fama" por la cantidad de cal diluida que contiene, un mineral que poco a poco se va depositando en los electrodomésticos, pero también en los grifos de nuestras cocinas y baños, que acaban perdiendo el brillo natural.

Día tras día, el agua va liberando pequeñas partículas de cal que acaban con el color característico del acero inoxidable, que se vuelve blanquecino, dando un aspecto viejo. ¿Y lo peor? Se cristalizan alrededor del grifo y resultan muy difíciles de eliminar. Para evitar la acumulación de cal, hay que secar los grifos después de cada uso, lo cual es casi imposible de hacer, sobre todo cuando hay varias personas en casa.

Un limón en el microondas, ¿para qué?

En droguerías y supermercados podemos encontrar productos específicos para acabar con la cal en nuestros baños, pero odos contienen más o menos agentes químicos que actúan sobre la cal y la desintegran. Esto no solo acaba suponiendo una carga no solo para los gastos de una familia, sino también para el planeta, que se ve inundado de productos nocivos para el medio ambiente. De hecho, podemos utilizar productos que, bien colocados y dejados actuar, consiguen el mismo resultado.

Las aplicaciones del zumo de limón en el hogar

El mal aspecto que deja en los grifos no es el único problema provocado por la cal, pues al acumularse también dificulta el paso del agua. Por eso tienes que aprender este sencillo truco del limón para limpiar la parte exterior del grifo. No tiene más misterio, ya que esta fruta cítrica tiene propiedades realmente sorprendentes en lo que a limpieza se refiere.

El zumo de este cítrico, además de aromatizar las comidas y darle otro punto de sabor diferente, también puede solucionar el tema de las manchas por uso y acumulación de suciedad que se crean en los grifos. Tan solo hay que un limón cortado a la mitad y restregarlo contra la superficie completa del grifo.

El segundo paso es dejar actuar el zumo de este cítrico durante diez minutos.

Para terminar, se retiran los restos con un trapo, frotando en las zonas más afectadas. Esto se puede repetir cuantas veces se quiera y utilizar en todos los grifos de la casa, ya sean los de la cocina o el baño. En pocos minutos recuperarán el brillo que habían perdido, estando como nuevos.