Con la llegada del frío y el desplome de los termómetros, es necesario conocer una serie de trucos para calentar la casa sin que la factura de la luz nos quite el habla y nos deje sin blanca. Cambiando de hábitos y tomando una serie de precauciones lograremos ahorrar en el precio final de nuestro servicio, sin tener que renunciar al dulce calor del hogar.

Colocar un mueble demasiado cerca o poner ropa húmeda encima para que se seque más rápido no es recomendable si lo que buscas es sacar el máximo partido a tu calefacción. El consumo será mayor y también la factura.

Extraer el aire de los radiadores

Purgar o sacar el aire de los radiadores es necesario al menos una vez al año, ya que suelen acumular pequeñas burbujas en el aire que impiden el paso del calor, y por tanto, no calientan con toda la potencia necesaria.

Un buen mantenimiento permitirá que la caldera funcione con el máximo rendimiento y evitará que se produzcan problemas importantes en el futuro. Algunas compañías incluyen en el contrato el servicio de mantenimiento de forma gratuita, recuerda realizarlo una vez al año para evitar sorpresas.

Mantener una temperatura adecuada

A veces llegamos a casa con el cuerpo frío y subimos la temperatura de la calefacción más de lo necesario. Sin embargo, los expertos aseguran que para calentar un hogar es suficiente con encender la caldera a 21 grados. No es necesario estar en casa en invierno con una temperatura tropical; es preferible ponerse un jersey antes de recibir una factura exorbitante.